La reciente aprobación de la Directiva de Eficiencia Energética en Edificios (EPBD) posiciona a las certificaciones de sostenibilidad como DGNB y VERDE como elementos clave para impulsar la descarbonización del sector. Lograr estos objetivos en el sector de la construcción en España se está convirtiendo en un factor crucial dentro de los esfuerzos más amplios del país para combatir el cambio climático. Con compromisos nacionales alineados con los objetivos de la Unión Europea para 2030 y 2050, estas certificaciones se están volviendo herramientas indispensables para los profesionales del sector, desde estudios de arquitectura e ingenierías hasta promotoras inmobiliarias y fabricantes. Todo ello en consonancia con los compromisos del Acuerdo de París y el Pacto Verde Europeo.
Los sistemas de certificación DGNB (Deutsche Gesellschaft für Nachhaltiges Bauen) y VERDE proporcionan un marco robusto para evaluar y reducir el impacto ambiental de los edificios. En España, donde el sector de la construcción representa una parte significativa de las emisiones nacionales, estas certificaciones son vitales. Ayudan a medir el desempeño ambiental de los edificios, con un enfoque particular en la reducción del carbono embebido a lo largo del ciclo de vida del edificio.
VERDE, desarrollado por el Green Building Council España (GBCe), está adaptado a las condiciones climáticas y prácticas de construcción específicas del país, mientras que DGNB aporta metodologías reconocidas a nivel internacional. Ambos sistemas son esenciales para que los profesionales cumplan con la creciente presión regulatoria para reducir la huella de carbono
Para profesionales de empresa de arquitectura, ingenierías y promotoras inmobiliarias españoles, la adopción de las certificaciones DGNB y VERDE ofrece varias ventajas estratégicas:
Las certificaciones DGNB y VERDE ya no son solo opciones, sino herramientas esenciales en un sector cada vez más centrado en la sostenibilidad. Con el gobierno nacional comprometido con la descarbonización de la economía, los profesionales de arquitectura, ingeniería y promoción que adopten estos sistemas estarán mejor posicionados para cumplir los objetivos de 2030 y 2050, al tiempo que ofrecen edificios de alto valor y preparados para el futuro.